Año:
2010.
País:
Reino Unido.
Estreno:
21-01-2011.
Género:
Ciencia-ficción.
Duración:
94
m.
T. original:
Monsters.
Dirección:
Gareth Edwards.
Intérpretes:
Whitney Able (Samantha Wynden), Scoot McNairy (Andrew Kaulder).
Guión:
Gareth Edwards.
Fotografía:
Gareth Edwards. Música:
Jon Hopkins. Montaje:
Colin Goudie. Producción:
Vertigo Films. Distribuidora:
Avalon.
Sinopsis
Hace seis años, la NASA descubrió la
posibilidad de vida extraterrestre en nuestro Sistema Solar. Por ello, puso
en órbita una sonda para recolectar muestras, pero al regresar a la Tierra,
ésta se estrelló sobre América Central. Poco después del accidente,
comenzaron a aparecer nuevas formas de vida, y la mitad de la población de
México fue puesta en cuarentena. Hoy en día, los militares estadounidenses y
mexicanos, siguen esforzándose por contener a "las criaturas"... La acción
comienza cuando un periodista estadounidense decide escoltar a una turista,
a través de la zona infectada, hasta la frontera con Estados Unidos.
Dirección
Es el primer largo dirigido por
Gareth
Edwards (Cornwall, Reino Unido, 1965)
quien desde niño quiso dedicarse al cine para dirigir sus propias películas.
Ya en su trabajo de fin de carrera combinó acción real con efectos
digitales. Se curtió en el mundo de los efectos especiales, creando efectos
digitales para prestigiosas series como Attila, the Hun (2008), serie
para la que realizó 250 efectos visuales y con la que obtuvo el
reconocimiento internacional. Con el fin de seguir mejorando, se presentó y
ganó el Sci-Fi London 48 Film Challenge donde había que hacer una película,
en tan sólo dos días, con un único actor y el menor número de elementos.
Referencias
Dado
que prácticamente todo el peso del filme recae sobre los dos
protagonistas, el
director, Gareth Edwards, hizo mucho hincapié en el
proceso de casting: "Para interpretar a los protagonistas quería una
pareja normal, que también fuera pareja fuera de la pantalla. Cuando
comenzamos el rodaje Scoot y Whitney eran novios y unos meses después de
terminar el rodaje se casaron. Tener química en la pantalla es más fácil y
natural que si tienes a dos personas que no se conocen y fuerzas la
situación 14 tratando de crear una tensión y una química que no existe".
Gareth Edwards ganó el concurso Sci-Fi
London 48 Film Challenge donde había que hacer una película, en tan sólo
dos días, con un único actor y el menor número de elementos y gracias a
eso pudo ver cumplido su sueño al dirigir Monsters, su opera prima.
Para ello contó con un presupuesto muy limitado. Él mismo realizó todos
los efectos especiales de la película. Además de los dos actores
principales, el equipo de rodaje se limitó a un reducido grupo formado por
cinco personas.
Estando de vacaciones en las Maldivas,
Gareth vio algo que le hizo pensar en lo que terminaría convirtiéndose en
su opera prima. Observando a un grupo de pescadores imaginó que se
encontraban luchando con un enorme monstruo con tentáculos sobre la
superficie del agua. Así surgió Monsters. "Me senté y vi a otros
pescadores riéndose de un pobre chico que estaba peleándose con la red y
pensé que sería brillante si un tentáculo gigante le estuviera atacando.
Si hubiera tenido mi cámara lo habría grabado todo". Por aquella
época, el agente de Edwards visitó Vertigo Films con varias ideas. Allan
Niblo y James Richardson comprendieron rápidamente que tenían ante sí una
buena idea y la oportunidad de producir una gran película.
Salvo los protagonistas, el resto del
reparto fueron personas de la zona. Lo normal era que no supieran, hasta
unos 20 minutos antes de comenzar el rodaje, que iban 16 a participar en
el film. "Fue estupendo, únicamente tenía que decirles qué cosas no
debían hacer y qué era lo que necesitaba de ellos".
Con un equipo técnico formado por 4
personas y un ayudante, viajaron por Guatemala, Belice y México, buscando
localizaciones y rodando en todos esos lugares mientras pensaban en cómo
hacer el plan de rodaje. Como aclara el propio Edwards: "Cada vez que
veíamos un lugar asombroso valorábamos la posibilidad de usarlo para rodar
una escena. Decidimos afrontar ese reto y a menudo rodamos en lugares
remotos porque queríamos que el viaje de nuestros protagonistas se fuera
complicando cada vez más. Así la gente podría empatizar fácilmente con
ellos, durante su viaje de regreso a casa. Un viaje en el que la tensión
iría in crescendo hasta llegar a convertirse en algo inesperado".
Se
presentó en el Festival de
Cine de Sitges, donde consiguió el
Premio a los Mejores Efectos Especiales.