Año: 2010. País:
USA. Estreno: 10-06-2011. Género:
Terror. Duración: 103 m. T. original:
Insidious. Dirección: James Wan. Intérpretes:
Patrick Wilson (Josh Lambert), Rose Byrne (Renai Lambert), Ty Simpkins (Dalton
Lambert), Andrew Astor (Foster Lambert), Lin Shaye (Elise Rainier), Leigh
Whannell (Specs), Angus Sampson (Tucker), Barbara Hershey (Lorraine Lamber). Guión:
Leigh Whannell. Fotografía: David M.
Brewer, John R. Leonetti. Música:
Joseph Bishara. Montaje: Kirk M. Morri,
James Wan. Producción: FilmDistrict,
Stage 6 Films, Alliance Films IM Global Automatik Entertainment Blumhouse
Productions. Distribuidora: Aurum.
Sinopsis
Josh y Renai han formado una familia feliz con sus tres
pequeños hijos. Después de que uno de sus hijos sufra un terrible accidente
y quede sumido en un coma, Josh y Renai empiezan a sufrir experiencias que
la ciencia no es capaz de explicar.
Dirección
James Wan (Kuching, Malaysia, 1977) Dirige
James Wan (Kuching, Malasia, 1977)
que se convirtió en uno de los
alumnos más jóvenes en ingresar en la respetada facultad de cine del
prestigioso Instituto Real de Tecnología de Melbourne. Dirigió varios
cortos durante sus tres años en la facultad antes de empezar a trabajar
como director, montador y artista gráfico en diversas agencias de
publicidad. Su filmografía se completa, además de con el corto Saw (2003), con Stygian (2000),
Saw (2004), Silencio desde el mal (2007) y Sentencia
de muerte
(2007).
Anteriormente
había dirigido los cortos Negative,
The anthem of Marcus Wright y Radius.
Entre los trabajos de Wan para la televisión figuran Fly, para la
cadena ABC, Cooking with Kurma y More Great Vegetarian Dishes.
Referencias
James Wan y Leigh Whannell, cocreadores de
Saw, aúnan esfuerzos
con los productores de Paranormal
Activity para crear en un alucinante viaje por el mundo de lo
desconocido.
Según Wan la fuente de inspiración proviene de que es "un gran
aficionado a las películas de casas encantadas e historias de fantasmas.
Desde que conozco a Leigh, solíamos intercambiar escenarios
fantasmagóricos para intentar asustarnos el uno al otro, o inspirarnos
mutuamente para que se nos ocurrieran nuevas escenas de miedo. Me
resultaba atractiva la posibilidad de hacer una película de casa
encantada... así que abordé a Leigh y le propuse que hiciéramos una que
diera un giro diferente a las convenciones del género, y se nos ocurrió
algo que nos entusiasmó a los dos. Empieza como una típica historia de
fantasmas y de casas encantadas, pero luego evoluciona hasta convertirse
en algo completamente distinto. Esa parece ser la seña de identidad de
Wan/Whannell".
Leigh, por su parte, señala que "James y yo sentíamos que todavía
no habíamos tenido la oportunidad de hacer nuestra película de terror
definitiva. Hay que tener en cuenta que tanto él como yo veíamos Saw más
bien como un thriller que como una verdadera película de miedo. Por una
serie de razones, el filme que hicimos a continuación de Saw, Silencio desde el mal,
no salió como nos habría gustado, así que seguíamos con la sensación de
querer intentar hacer la película más aterradora de todos los tiempos.
Quizá parezca que apuntábamos demasiado alto, pero eso es lo que
queríamos hacer. En los tiempos que corren, como cualquier guionista
puede confirmar, quedan muy pocas historias nuevas que contar. Así que
nos resultaba sumamente difícil que se nos ocurriera una idea que nos
gustara a los dos. Entonces, mientras intercambiábamos ideas una tarde,
James y yo empezamos a hablar de la proyección astral. No la habíamos
visto tratar antes en ninguna película. De repente, se unieron la
circunstancia de encontrar algo que nos pareciera novedoso y nuestra
propia ambición por hacer una de las películas más terroríficas de la
historia. Sabíamos que teníamos algo. Fue una casualidad perfecta que
nos reuniéramos con Steven Schneider y Jason Blum por aquel entonces y
nos preguntaran si teníamos alguna idea. La respuesta fue un rotundo Sí,
y se la expusimos. Por suerte, les encantó y todo siguió adelante a
partir de ahí".
James Wan declara que "sabía que no quería una cinta de terror de
sangre y tripas (ya que quería demostrar a la gente que era capaz de
hacer algo más que eso), por lo que decidí concentrarme especialmente en
los elementos que dieran más miedo y pusieran los pelos de punta, pero
que no precisaran del uso de casquería. Así que me puse a ver un montón
de películas antiguas en blanco y negro que resultaban escalofriantes,
con un tono inquietante, como El carnaval de almas o Suspense, e
investigué viejas fotografías en blanco y negro".
Su presupuesto ascendió a 1,5
millones de dólares.