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Ciudad sin ley

Año 2005
País USA
Estreno 01-09-2006
Género Thriller
Duración 97 m.
ZINEMA.COM T. original Edison
  Dirección David J. Burke
  Intérpretes Morgan Freeman (Ashford)
    Kevin Spacey (Wallace)
  Justin Timberlake (Pollack)
     LL Cool J (Deed)
     Dylan McDermott (Lazerov)
   Guión David J. Burke
Fotografía Francis Kenny
Música Machine Head
Montaje Michael Duthie
  Casey O. Rohrs
Sinopsis
Edison, una metrópolis en expansión, parece ser una ciudad de oportunidades para todos, pero incluso el joven y ambicioso periodista Josh Pollack debe comenzar desde el escalón más bajo. A pesar de que no dudaría en catapultar su carrera como reportero de investigación en el Times, su tarea se reduce a reproducir los partes de la policía en el Heights Herald, un periodicucho de barrio más conocido por sus cupones promocionales que por sus noticias. Sin embargo, cuando Pollack percibe el fraude policial, su deseo de destaparlo tropieza con los intereses de su jefe, Moses Ashford, un galardonado fotoperiodista que ahora se conforma con satisfacer a los anunciantes locales de su diario. Ashford, quien llegó a documentar las batallas más sangrientas de Camboya hace tres décadas, ya no tiene el estómago para combatir ni puede soportar la pereza de un joven periodista. Ashford despide a Pollack, aunque el reportero no cesa en el intento de terminar escribiendo la historia. Su tema de trabajo es la unidad de máxima élite de la policía de Edison, la brigada especial FRAT (Táctica y Asalto en Primera Respuesta). Sus agentes cuentan con todos los recursos imaginables: desde M-11 y Glock 45 hasta armaduras corporales de kevlar, así como su propio club de striptease. No obstante, el centro de atención de Pollack es un pequeño momento de complicidad entre un presunto traficante de cocaína y el agente que le arrestó, Raphael Deed (James Todd Smith, también conocido como LL COOL J), cuyo intento por mantenerse en el camino del éxito no es compatible con su compañero, el Sargento Francis Lazerov. Policía corrupto por excelencia, Lazerov dirigió la redada que atrapó al traficante, aunque la intención no era llevar a cabo una operación rutinaria. La verdad es que los FRAT sólo querían apropiarse del dinero y la droga. En respuesta a las amenazas de denunciar el caso a los federales, uno de los camellos muere y el otro es arrestado. Pollack, aceptando el reto de Ashford de realizar el trabajo sucio, visita al atemorizado recluso para sonsacarle la verdad y trabaja duro para contrastar su historia. Lazerov es duro y fuerte como un lobo (de hecho, se identifica con una cabeza de lobo como signo de fuerza), y Deed parece penetrable, un hombre que lucha con su conciencia y también con su futuro. La FRAT siempre ha sido un Club de solteros, y Deed está meditando pedir matrimonio a su novia, formar una familia y quizá trabajar en la empresa de fontanería de su futuro suegro. A las persistentes cefaleas que sufre se le ha añadido una nueva: el dilema de cubrir el incidente y proteger la FRAT y la ciudad de Edison o revelar los excesos ilegales de la brigada y destruir su carrera y todo lo demás. El jefe militar de la FRAT, el Capitán Bernard Tilman, sabe lo que tiene que hacer para que se mantenga en secreto la historia de Pollack, una perspectiva que comparte tácitamente el Fiscal del Distrito, Jack Reigert, un locuaz profesional con aspiraciones que van más allá de los límites de Edison. Cuando Pollack persuade a Ashford para que le ayude en su investigación, especialmente después de la paliza de Lazerov que manda al periodista al hospital y deja a su novia Willow en coma, la insegura alianza se extiende también a Levon Wallace, un veterano investigador especial que entiende que las calles limpias y los polis sucios no son compatibles. A medida que Pollack va redactando su artículo, un interno del centro penitenciario elimina al único testigo (Isaiah) y le sobreviene la certeza de que él será el próximo objetivo. La ciudad de Edison, llamada así por sus fuerzas eléctricas y por la fuerza positiva de innovación, acoge ahora el pulso del joven reportero con la sed de poder de los que controlan las calles, algunos de los cuales harían cualquier cosa por la renovación urbana, mientras que otros se guían por mera ambición.
    
Referencias