Con tonalidad dramática y rozando el romanticismo, Anne Dudley, ha traspasado la barrera que cruza entre lo correcto y lo planificado, para pasarse al lado oscuro, al lado del cine negro. El libro negro esta lleno de sinfonías, lleno de dramaturgia, pero con una parte cercana a la ternura, a lo pasional, debido quizás al personaje principal. Por ello la escucha de esta obra nos descubre pasiones a la vez que tragedias y misterios. Una labor muy bien llevada para esta compositora que se ha movido por otras lindes, más sencillas y menos complejas. Incluyen las canciones de la época que canta la protagonista.