Era más que evidente una segunda parte o secuela, de uno de los éxitos del último cine “dirigido” al público infantil como Stuart Little. Y claro, también era evidente que su banda sonora iba a ser la ya conocida “música de e inspirada en...” ¿Para cuando el score, o ambos juntos? Mientras ese asunto se soluciona hay que conformarse al menos con que incluyan parte de la música incidental, en este caso del prolífico Alan Silvestri cuya composición esta a la altura de la historia sin llegar a ser magistral (aunque no se le niegue el merito de saber estar en su sitio) Con respecto a las canciones, la gran parte son temas originales para el filme dentro del genero pop, y las repescadas nos encontramos con maravillas como “Alone Again (Naturally)” de Gilbert O’Sullivan o “Born to be Wild” de Steppenwolf, por nombrar un par de ellos. El tema central cantado por Celine Dion es de lo mejorcito que ha hecho desde Titanic (y eso que anunció que dejaba la música hace cuatro años) Y lo destacable la canción interpretada por Nathan Lane (que da voz en la versión original a Bola de Nieve, el gato de la casa) “One”, que no podía faltar, evidentemente. Aceptable sin más, al igual que su predecesora.